La Asociación de Cooperadores Salesianos nació con el proyecto de Don Bosco en favor de los jóvenes pobres. Desde fines de 1841 y para su «obra de los oratorios» recurrió a la colaboración de muchas personas. Ampliando su obra, Don Bosco se dio cuenta de la creciente necesidad de Cooperadores, (también de sacerdotes, pero sobre todo de laicos), ligados a las misión salesiana. Pensó entonces en unirlos y asociarlos.
La Asociación se rige por el actual Reglamento de Vida Apostólica (R.V.A), promulgado por el Rector Mayor y aprobado por la Santa Sede y en él se traza la identidad personal y asociativa de los cooperadores, que son descritos como:
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Personas humanamente maduras.
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Cristianos de fe viva y convencida, que quieren testimoniar a Cristo en el mundo.
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Miembros vivos de la Iglesia, que sienten el compromiso bautismal de participar en su misión.
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Laicos capaces de animar cristianamente las realidades del mundo; apóstoles animados por la causa del Reino; verdaderos salesianos, llamados a compartir y a llevar a todas partes la preocupación educativa.
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Cristianos empeñados a santificarse viviendo el proyecto apostólico de Don Bosco.
La Comunidad Educativo-Pastoral del colegio Nuestra Señora de Nazareth cuenta con un grupo de Salesianos Cooperadores y de Salesianos Cooperadores en formación que se reúne de forma quincenal para continuar con su formación y crecimiento en la fe (con temas propios del Carisma Salesiano y de la Asociación, Exhortaciones del Papa, diferentes propuestas e iniciativas eclesiales…) y para orar en comunidad.
También asisten a los encuentros regionales de la Asociación (Encuentro de Loyola, Promesas de nuevos Salesianos Cooperadores, celebraciones y actividades de otros centros de la región…) y colaboran con el colegio en diferentes actividades pastorales y festivas.